Cuando se acabó lo que se daba, llegó el reclamo de los cruceros

Los descuentos otorgados en el Puerto Buenos Aires para mitigar los efectos de la pandemia ya no están. Las compañías se quejan por lo que consideran un exorbitante pago de peaje en la hidrovía.

 

No la tuvo fácil la delegación argentina en la Seatrade Cruise Global 2024 llevada a cabo en Miami.

 

La feria, que reunió a los principales actores de la industria de cruceros, navieras, operadores portuarios y proveedores de servicios, recibió a más de 11 mil asistentes, tuvo 600 expositores y más de 80 navieras de cruceros, representando a unos de 120 países de todo el mundo.


 

Como ya es habitual, el stand de Argentina albergó a la Administración General de Puertos (AGP) cuya delegación fue encabezada por su titular, Gastón Benvenuto, y a las administraciones de las terminales de Ushuaia y Puerto Madryn.


 

Varias veces tocaron la puerta del stand, y en la mayoría de los casos lo hicieron los directivos de las compañías de cruceros que recalan en las costas argentinas para quejarse por los altos costos operativos.

 

Las compañías de crucero ven la región en su conjunto con Argentina, Brasil, Chile y Uruguay y la comparan con otras regiones del mundo. Si les resulta cara para operar, toman la decisión de retirar sus buques como de hecho ya está sucediendo.

 

Benditos descuentos

Anticipándose al inicio de la temporada 2020/2021 y apuntando a tener más turistas, la AGP ofreció una bonificación de un 25% en la Tasa General por Uso de Puerto a los Buques y Servicio Específico de Uso de Muelle a los cruceros con pasajeros en turismo internacional. Para los cruceros con más de 315 metros de eslora, este beneficio alcanzó el 100% y además se les ofreció una bonificación también del 100% de la Tasa al Pasajero, el uso de escáner y el cargo de seguridad.


Acompañando estas medidas, se acordó una reducción del 50% sobre la tarifa base del peaje de la Vía Navegable Troncal (VTN), tanto de entrada como de salida, en el tramo Buenos Aires-Océano Atlántico.


 

Dicho cuadro de descuentos se mantuvo en las temporadas 2021/2022 y 2022/2023, pero con la pandemia ya superada, se retiró para la actual 2023/2024.

 

En el caso del peaje, el problema radica en que el sistema de medición de Tonelada de Registro Neto (TRN) toma la capacidad volumétrica de los buques y no la ecuación entre masa y peso de los mismos. Por su diseño y cantidad de cubiertas en altura, los cruceros son puro volumen y, por ende, la tarifa de peaje que pagan es desproporcionada en comparación con otros parámetros de su porte como la eslora, el calado, o la manga.


Las cifras hablan por sí solas: los cruceros representan el 3% del total de buques que transitan la hidrovía, pero lo que pagan constituye el 10% de los ingresos por peaje de la vía navegable.

 

No es muy distinta la situación de los portacontenedores que van a los puertos del AMBA o los metaneros con sus últimos viajes a Escobar.


Así como el Canal de Panamá tiene una unidad de medida propia para calcular los peajes, la futura licitación de la hidrovía podría significar una oportunidad de oro para abandonar la TRN e imaginar una fórmula más justa y acorde.