
Practicaje: una exportación de servicios de altísimo valor agregado
Esta actividad es clave para lograr una mejor logística y conlleva un costo marginal en relación a sus beneficios. Qué opinan sus principales actores.
"El practicaje es una inversión estratégica. Aporta eficiencia al sistema portuario y fluvio-marítimo argentino, que en gran medida pertenece al Estado, es decir, a todos los argentinos", resaltó el Capitán John Ryan, presidente de la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje.
Por su parte, el Capitán Alejandro Lodigini reflejó el compromiso de la Cámara con la capacitación permanente: "Estamos a la altura de los estándares internacionales más exigentes, con formación continua y aprendizaje de experiencias extranjeras".
El secretario de la entidad, Capitán Pablo Pineda, afirmó a su turno que "el cliente del práctico no es el barco ni el armador: es la sociedad en su conjunto. Nuestra tarea es garantizar la seguridad y proteger al medio ambiente".
Estas frases se expresaron durante el seminario "El practicaje y su impacto en la competitividad", organizado por la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje y la Asociación Civil de Prácticos. El evento reunió a prácticos de la Argentina y Uruguay, armadores, cargadores, representantes de gremios, autoridades de la Armada y la Prefectura Naval Argentina.
El evento tuvo lugar en el auditorio del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante.
Llegado desde Brasil, Otavio Fragoso, práctico del puerto de Río de Janeiro, ex presidente del Consejo Nacional de Practicaje de Brasil (CONAPRA) y ex vicepresidente de la International Maritime Pilots Association (IMPA) destacó que "si bien los ingresos del practicaje representan una fracción mínima del comercio internacional, el tema suele ocupar un lugar central en la agenda de gobiernos y armadores".
A juicio del profesional, "las acusaciones de que el practicaje es caro no tienen fundamento real. Lo que se busca en muchos casos no es reducir costos, sino controlar la independencia técnica del servicio", afirmó.
Números irrefutables
Para sustentar su postura, Fargoso mostró datos de un estudio que tomó como base las exportaciones de soja a valores promedio de 2020 como puertos de origen a Quequén, Bahía Blanca y Timbúes con destinos final Rotterdam y Tianjin.
Para Quequén el practicaje significó 0,41%-0,57% del valor del flete por tonelada; sobre el FOB y el CRF, en tanto que en Bahía Blanca: fue del 0,78%-1,06% con incidencias marginales sobre el FOB.
En Timbúes, donde el trayecto es más largo porque se debe navegar por la hidrovía para salir al mar, la cifra subió a 5,77%-7,95%, un número eu sin embargo es insignificante en relación a los demás costos logísticos que demanda esta operación.
"Aunque el practicaje fuera gratis, el efecto sobre el precio final del producto sería insignificante; lo que sí cambia la decisión de dónde cargar y a qué costo son los vaivenes del flete internacional y la logística de fondo (estrategias de acercar el buque al origen de la producción, disponibilidad de ventanas, etc.", aseguró Fargoso.
Con estos datos en la mano, el práctico brasileño fue más allá al señalar que "el verdadero objetivo de quienes cuestionan al practicaje no es el precio, sino el control. El armador quisiera tener un práctico a su servicio, bajo su mando, lo que pondría en riesgo la seguridad y la imparcialidad que exige el sistema".
Fragoso también vinculó la discusión con el plano político y tecnológico. Frente a la hipótesis de buques autónomos, advirtió que la limitación no es técnica, sino política y de soberanía: "Ningún país aceptará que un buque extranjero entre a su puerto sin práctico. Es un tema de control y jurisdicción".
Asimismo, destacó que "el practicaje genera externalidades positivas: aumenta la productividad portuaria, reduce accidentes y protege al medio ambiente. Todos los actores se benefician de un practicaje eficiente, pero solo uno paga: el armador".
En el cierre del evento Ryan recalcó que "el practicaje en Argentina es una exportación de servicios de altísimo valor agregado. Ingresa divisas, paga impuestos y no le cuesta nada al Estado. Por cada dólar invertido en practicaje, se evitan pérdidas muy superiores en accidentes, demoras o daños ambientales. No es un costo: es una inversión estratégica".
El practicaje es un servicio de asesoramiento profesional obligatorio, proporcionado por prácticos capacitados, que guía a los buques en la navegación segura por zonas restringidas como puertos, ríos y canales. La actividad está regulada por la Prefectura Naval Argentina, que garantiza el cumplimiento de las normativas de seguridad y medioambientales, y constituye una inversión estratégica para la competitividad del comercio exterior y la seguridad del sistema portuario y fluvial argentino.